El próximo 29 de octubre se celebra el Día mundial de la prevención del Ataque Cerebrovascular (ACV), en este marco, la Clínica Somer en alianza estratégica con el Centro Cardiovascular Somer Incare, dan a conocer a la comunidad en general los avances establecidos para mejorar la experiencia de los usuarios que ingresan por Urgencias con este tipo de patologías, además, de las diferentes estrategias para minimizar las complicaciones y la discapacidad que puede generar esta enfermedad si no se trata oportunamente.
El tiempo en la identificación de los signos clínicos de alarma, la disponibilidad de recursos tecnológicos, de talento humano, medicamentos e insumos, dispositivos médicos y una comunicación articulada, son factores importantes dentro de la estrategia denominada ATESORA, Atención Especializada en Stroke del Oriente Antioqueño, nemotecnia de la autoría del neuroradiólogo intervencionista el Dr. Carlos Díaz, quien además participa activamente de todo este proceso.
Somer y Somer Incare han articulado esfuerzos para convertirnos en un centro de excelencia para la atención del ACV, y para esto contamos con toda la asesoría de la Organización Mundial del Ataque Cerebrovascular, que orienta instituciones en todo el mundo, para construir rutas para la atención de pacientes con ACV. Se espera que, para el primer trimestre de 2024, se pueda recibir la visita de esta entidad, y que gracias al trabajo de todos logremos la certificación.
Esta ruta de atención, busca impactar no solo a los habitantes de Rionegro, sino a todo el Oriente de Antioquia, en donde la Clínica Somer es referente en salud y ahora busca ser centro receptor de pacientes con ataque cerebro vascular, orientando y acompañando a los primeros niveles para fortalecer el diagnóstico presuntivo del ACV y así minimizar el tiempo de traslado y acceder oportunamente a una imagen diagnóstica, paso fundamental dentro de la ruta, para definir el tratamiento más adecuado según las condiciones clínicas en las que llega el paciente.
De esta forma, se busca que la atención prehospitalaria sea abordada no solo por los menores niveles de atención de la sub región del Oriente sino también por parte del sistema de emergencias médicas del municipio de Rionegro, actor importante en la notificación previa a la llegada del paciente a nuestra Institución.
Estas estrategias están encaminadas a minimizar las secuelas o nivel de discapacidad que puede presentar una persona si no tiene acceso al tratamiento adecuado y oportuno. Es importante tener en cuenta que una persona que sufre un ACV podría presentar dificultades para caminar, alimentarse, hablar y/o presentar problemas cognitivos.
Además, esta ruta refuerza las acciones relacionadas con el proceso de educación comunitaria encaminadas al mantenimiento de hábitos y estilos de vida saludables, para prevenir la aparición de los diversos factores modificables de riesgo, como la presión arterial elevada, el consumo de tabaco, la diabetes, altos niveles de colesterol, la obesidad y la identificación oportuna de antecedentes de fibrilación auricular, entre otros.
Debemos tener en cuenta que el Ataque Cerebrovascular es una de las principales causas de discapacidad y muerte en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cada año se producen alrededor de 15 millones de ACV en todo el mundo y más de 5 millones de personas quedan con discapacidades permanentes.
Las estadísticas dan cuenta de que el ACV no discrimina, puede afectar a cualquier persona, sin importar su edad, género u origen; sin embargo, en muchos casos, el ACV se puede prevenir, por esto que la prevención y las metodologías de educación a la comunidad son de suma importancia.
Mi invitación como profesional de la salud, como participante del comité de ACV institucional y de la implementación de la Ruta, es que es hora de asumir la responsabilidad de nuestra propia salud cerebral y promover una cultura de bienestar y prevención en nuestras comunidades, en nuestras familias. Como institución asumimos con ATESORA la responsabilidad de orientar un diagnóstico y una intervención oportuna que favorezca la recuperación rápida y la funcionalidad de los usuarios que sufran un ataque cerebrovascular, pero no esperemos a que el ACV toque a nuestra puerta, actuemos ahora, antes de que sea demasiado tarde. La prevención del ACV es una llamada de alerta que todos debemos escuchar y estar preparados para responder.