• El 31 de mayo la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el Día Mundial sin Tabaco, con el objetivo de dar a conocer los riesgos que supone para la salud el tabaquismo y fomentar las políticas más eficaces que permitan reducir su consumo.

• En cifras, en el planeta actualmente hay 1,3 billones de personas que son fumadoras activas y en Colombia, según la Encuesta Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas (ENCSPA) de 2019 (la más reciente reportada), el 9,8 de los ciudadanos tiene esta nociva costumbre. 
  

• A la fecha, de acuerdo con la OMS, más de 8 millones de personas mueren cada año por causas relacionadas con el tabaquismo; de estas, 6,6 millones fallecen debido a enfermedades del corazón, cáncer, enfermedad cerebro vascular y EPOC que se presentan a raíz de la exposición al humo que genera el tabaco. 
  

Rionegro, Antioquía, 26 de mayo de 2021. Este lunes 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco, una fecha que busca hacer un llamado de atención sobre los riesgos que genera el tabaquismo para la salud y dar a conocer las principales políticas que pretenden prevenir su consumo. 

Según Alejandro Martínez, toxicólogo clínico de la Clínica Somer, cuando se habla de consumo de tabaco, se hace referencia al uso de productos que tienen nicotina en cualquiera de sus presentaciones. Por ejemplo, cigarrillos convencionales o electrónicos, pipas, puros e incluso en formas como el masticado, snus o rapé. 

“Al ingresar la nicotina al organismo rápidamente accede al sistema nervioso central, en donde genera una respuesta estimulante a nivel de diferentes neurotransmisores como la acetilcolina, la dopamina, la norepinefrina y la serotonina, lo cual hace que presenten diferentes efectos placenteros cuando la exposición es repetitiva”, comentó Martínez. 

De hecho, explica el especialista, “los fumadores más activos cuando consumen nicotina sienten una aparente calma o piensan que así controlan el estrés, pero esta sensación solo es una respuesta del organismo para enfrentar la ansiedad que les genera la adicción al tabaquismo”. 

Actualmente, no solo preocupa el estado de salud de los fumadores activos, sino también de los pasivos; es decir, personas afectadas por el tabaco que, aunque no consuman nicotina directamente, si se exponen al humo, generando en ellas enfermedades cardiacas, pulmonares, entre otras. 

“Es alarmante, por ejemplo, que hoy más de 65 mil niños en el mundo,  mueran cada año, al ser fumadores pasivos, adicionalmente 1.2 millones de adultos no fumadores mueren cada año asociados al tabaquismo pasivo”, cuestiona Martínez. 

En Colombia, como dato preocupante, según la ENCSPA de 2019, el 39,7% de las personas entre 25 y 34 años fuman permanentemente; seguido por la población de 18 a 24 años, con una prevalencia del 38,3%. 

En la misma encuesta se reporta que el 9,8% de los colombianos actualmente fuma, siendo los departamentos de Vaupés y Cundinamarca los de mayor prevalencia de consumo de nicotina con un 16,9% y 12,8%, respectivamente.

En cuanto a ciudades capitales que cuentan con el mayor número de fumadores activos, sobresalen Manizales y Bogotá, con 14,7% y 13,7% de la población, respectivamente; y la región con menor prevalencia de consumo de tabaco es San Andrés y Providencia (1,9%).

Para tener en cuenta, el consumo de tabaco en cualquiera de sus presentaciones causa enfermedades cardíacas, pulmonares, cerebro vasculares y varios tipos de cáncer, entre ellos, de pulmón, garganta, mama y riñón. En el caso de las mujeres, si están en estado de gestación, corren mayor riesgo de aborto, malformaciones, partos prematuros, labio leporino, paladar hendido y bajo peso al nacer.

Solo el 3% de las personas dejan de fumar sin ayuda 

Abandonar esta dependencia  es una tarea personal y voluntaria que, según el contexto y la manera de vivir de las personas, se hace fácil o difícil. 

Según Martínez, se estima que la suspensión del tabaco sin ningún tipo de ayuda llega solo al 3% de los individuos que lo intentan. Pero con intervención breve o tratamientos guiados por especialistas, esta cifra puede incrementarse entre un 30 y 50%. 

Dejar este nocivo hábito también depende de las personas que rodean al fumador y el tipo de ayudas médicas y psicosociales que reciba. Para esto, Martínez explica que existen diferentes factores de riesgo que obstaculizan la suspensión del tabaquismo, entre ellos, “dejar de fumar por un deseo de terceros y no por convicción personal, no tener una intención real de cambio, presentar enfermedades asociadas a la salud mental como trastornos de ansiedad, bipolaridad o depresión e incluso exponerse continuamente a ambientes de consumo de cigarrillo, entre otros,” señaló. 

Finalmente el toxicólogo clínico, Alejandro Martínez en representación de la Clínica Somer hace una invitación a todos los fumadores a buscar las diferentes alternativas que existen en la actualidad para dejar el consumo de tabaco; la presencia de servicios de Toxicología clínica en las instituciones ha facilitado el acceso a programas de tratamiento del mismo. De igual manera invita a toda la comunidad a educarse sobre las múltiples consecuencias que causa esta dependencia.